Manuel Bustos Huerta
En 1976, Bustos fue uno de los fundadores del denominado Grupo de los 10, integrado, entre otros líderes sindicales, por Tucapel Jiménez. Este surgió en respuesta a la cancelación de los derechos laborales por parte del entonces ministro del Trabajo, Sergio Fernández.
Su interés por coordinar el movimiento sindical lo llevó, en 1981, a formar la Coordinadora Nacional Sindical (CNS), integrada por dirigentes sindicales de todas las corrientes opositoras al régimen militar, y que sirvió de base para posteriormente crear el Comando Nacional de Trabajadores.
El 25 de febrero de 1982, Tucapel Jiménez salió temprano de su casa, para reunirse con Bustos y afinar los últimos detalles de un paro nacional que se pretendía realizar a mediados de marzo. El encuentro no se realizó, pues Jiménez fue interceptado y asesinado en las cercanías de Lampa por miembros de la CNI.
A fines de ese mismo año, el 3 de diciembre, Bustos fue arrestado y expulsado del país por presentar el documento denominado Pliego de Chile; fue puesto en un avión con destino a Brasil, y de ahí se trasladó, en calidad de exiliado, a Italia.
Bustos regresó al país en octubre de 1983 y continuó con la lucha sindical, situándose en 1985 a la cabeza del Comando Nacional de Trabajadores (CNT).
En septiembre de 1988 fue elegido presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), luego de haber estado ocho meses relegado en Parral por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado.
En 1990 asumió como miembro del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Fervoroso católico, desde muy joven Manuel Bustos demostró sus cualidades innatas de dirigente: directo, sincero y hombre muy consecuente. En 1963 comenzaron sus primeros cursos como premilitante de la Democracia Cristiana, y posteriormente ingresó en propiedad a este partido.
Sin embargo, él era por sobre todo un dirigente sindical, que centró su quehacer en la lucha por la unidad de este sector y por la justicia social.
Fue un seguidor de las ideas del líder democratacristiano Radomiro Tomic.
En las elecciones de 1997, Bustos resultó electo diputado por el distrito 17 —Conchalí, Huechuraba y Renca—, y desde marzo de 1999 encabezó la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja, donde desarrolló una fructífera labor.
Entre sus muchos aportes como parlamentario, destaca una moción que estableció la obligatoriedad del pago de cotizaciones como requisito al momento del despido de los trabajadores, con el fin de proteger su derecho previsional.
Tanto en su papel de dirigente sindical como en el de parlamentario, Bustos fue muy crítico frente a las que él consideraba injusticias hacia los trabajadores. Señalaba: “Siento preocupación por la situación de los trabajadores de nuestro país, que todavía no mejoran como debiera ser... sigue habiendo mucha injusticia social. La riqueza que hemos creado con el esfuerzo de todos, no se ha distribuido con justicia y equidad”.
Respecto del sindicalismo, indicaba: “Siento con pena que el movimiento sindical y la CUT se han debilitado; no es bueno para el país, ni para los trabajadores”.
Hasta la próxima